Con el ego ausente, me quito este rostro conocido para todos. Huyo de mí. Estoy cansada de mí.

¿Cuántas veces tendré que contar la misma historia?

¿Cuántas veces tendré que repetir mi nombre?

¿Cuántas veces tendré que fingir saber lo que soy y encima explicarlo?

¡Quiero ser una extraña para mí! No sé nada de mí.

Me oculto en esta máscara bien decorada. Me la quito de noche… Sólo aquí puedo ser lo que no soy con los otros. Sólo en estas cuatro paredes es posible ser, sin fingir. No tengo que repetir mi nombre, no tengo que contar ninguna historia, porque ningún nombre me pertenece y porque toda la historia que me precede se ha borrado.

Silencio y noche, son sinónimos de libertad.

¡Libertad mediocre! ¡Falsa!

Esclava de la noche y del silencio.No conozco otra forma de libertad.

Cristina Serrano.